La disyuntiva sobre qué es mejor: un seguro con deducible o sin deducible continúa a flor de piel. En efecto, se sabe que un automóvil es una responsabilidad y que debe cuidarse al pie de la letra. Sin embargo, siempre se estará expuesto a accidentes o inconvenientes que puedan poner en riesgo su estructura. Ante ello, las aseguradoras de esta clase promocionan soluciones prácticas, pero... ¿cuál elegir?
¿Qué es un seguro sin deducible? ¿De verdad existen?
Comenzando desde lo básico, un deducible es un porcentaje no fijo que se acuerda con la aseguradora en caso de un siniestro. Actualmente, la cantidad oscila desde el 3 al 5% en cantidades mínimas, hasta el 20% como lo máximo a abonar.
A priori, este porcentaje se aplica sobre el valor de los daños, el precio total convenido con la aseguradora o el precio comercial del vehículo. Dependiendo de lo que compañía determine, el resultado final del cálculo debe ser pagado por el beneficiario. El restante, será la cifra que la empresa de seguros dispondrá para hacerse cargo de las pérdidas materiales tras el accidente.
Afortunadamente, existen corporaciones de seguros en donde el deducible no es aplicable, puesto que ellos lo asumen. Dicho de otra manera, sus pólizas cubren la totalidad del pago por los daños perpetrados e indemnizan al usuario bajo ciertas condiciones.
Seguro con deducible o sin deducible: ¿cuál es mejor?
Los seguros con deducibles son los más comunes y los que más se arriendan debido a su facilidad de pagos y plazos. A su vez, son económicos o accesibles para la mayoría desde el punto de vista macro. Sin embargo, aquellos que no incluyen deducibles van más allá de lo esperado, ofreciendo las siguientes ventajas:
- Representa una oportunidad de inversión dado que, si bien son costos, valen la pena. La razón radica en que se harán cargo de la cobertura total de los daños del accidente sin desembolsar si un solo peso propio.
- Los seguros sin deducibles también ejercen indemnizaciones al beneficiario en caso de hurto. Siempre y cuando se demuestren y se sustenten los hechos, tampoco tendrá que preocuparse por un gasto extra.
- Los seguros sin deducibles son más costosos, pero incorporan planes jugosos y metodologías de pago cómodas para sus clientes. Por consiguiente, también se les cataloga como flexibles y muy completos.
- La reparación de las pérdidas se llevará a cabo en menor tiempo porque no se precisará esperar el abono de un porcentaje deducible.
Ciertas condiciones para aplicar a un seguro u otro
Discernir entre cuál tipo de seguro es más adecuado estará sujeto a la capacidad económica de cada quien. Aun así, está claro que aquellos que no reflejan un porcentaje reducible entre sus cláusulas pregonan coberturas más amplias, pero costosas.
Adicionalmente, vale la pena acotar que los seguros sin deducible son exigentes y específicos. En otras palabras, pueden reservarse el derecho de compra o de contratación de ser el caso.
Por ejemplo, cuando el vehículo es de un año o modelo descontinuado, consumar el trato no será fácil. Esto se debe, primordialmente, a que simboliza un riesgo potencial que la aseguradora no está dispuesto a correr por encima de sus capacidades.
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